El Niño del Jardin de los Frutos Maduros.

¿Donde empieza y termina mi vida?.
Piensa el niño en el jardín de los frutos maduros.
Bajo el velo de la profunda noche, donde el microscopio espía un microcosmos y mas avanzada la madrugada con otra lente diferente, el infinito cosmos es recorrido por su mirada.
Siente que en ese instante los dos cosmos se funden ,para crear un solo mundo.
Bajo la luna de blanca, viste el espacio de su alma ,Domando el vértigo con la imaginación, llenando el espíritu con el sabor del fruto maduro del árbol anclado en la tierra.
Siente el fuego como recorre la sangre ,de cómo el hueso blanco se mezcla con el negro barro.
Siente la vida en su alma.
Siente el ciclo de la vida y la oscuridad ,mas ya no siente el miedo.
Siente como despierta su espíritu ,iluminándose con otras almas.
Siente por fin la paz.
En el jardín mira como la luna ilumina como un faro, la cresta de las olas .
Su tuétano adsorbe el primer rayo de sol.
Su conciencia despierta con el rugido de las primeras aves ,el corazón con gratitud ya no bosteza.
Se deja llevar por la primera música y entre la serenidad todo su cuerpo despierta.
Silencio, viento y cordura se respira en su jardín. Donde los frutos maduros han caído a la tierra.
Entonces comprende al viento de la sabana.
Habla con el agua clara.
Solo entonces entiende el ciclón y al fuego
Ya no teme al rayo ni al terremoto.
Pues en un punto intermedio el niño descubrió
Donde empieza
Donde termina la vida ,en su jardín de frutos maduros .
J, Román López De La Serna.